lunes, 27 de junio de 2011

"Preto Velho"

 Denominación dada, en la Umbanda, a los Africanos, sus descendientes y criaturas afines que se dedican al meritorio trabajo de asistencia física, espiritual, y mental a los devotos sinceros de la religión. Asamblea de ancianos que existieron hace milenios en el continente Africano, trajeron importantes enseñanzas a través de la sabiduría de las edades. Tales como las necesidad del comportamiento correcto, honesto, y dedicado entre los componentes de la comunidad a fines de velar por su propia preservación, y el reconocimiento de ser supremo. De allí se deriva actitud fraterna y verdaderamente comunitaria. Los Pretos Velhos, en la Umbanda, confieren el ambiente del templo un clima de respeto, seguridad y fe repeliendo - por el propio ejemplo de bondad y comprensión - las estúpidas vanidades del ser humano. Están siempre pronto para servir. Su mensaje de esperanza está vertido en el presente con trabajo y buena voluntad hacia todos. Esta es una pequeña definición sobre que es un Preto Velho

 "Leyenda": las siete lagrimas de un Preto Velho

A un costado de un terreiro, sentado en un tronquito y fumando pipa, un triste Preto Velho lloraba, de sus ojos húmedos, lagrimas caen sobre su mejilla y, sin saber porque las conté, eran siete. No pude contener la curiosidad, me acerqué y le pregunte.
Cuéntame mi pai, dile a tu hijo, ¿porque expresas así tan visible dolor?, Y el suavemente respondió, ¿estas viendo esas personas que entran y salen del terreiro?. Las lagrimas que contasteis están dedicadas a cada uno de ellos.


La primera yo la di a los indiferentes que vienen aquí en busca de distracción para salir ironizando sobre aquello que sus mentes obnubiladas no pueden concebir.
La segunda a los eternos indecisos que creen, sin creer, en la expectativa de un milagro que los haga alcanzar aquello que sus propias méritos les niega.
La tercera la vertí por los malos, aquellos que únicamente procuran la Umbanda en busca de venganza, deseando siempre perjudicar a sus semejantes.
La cuarta a los fríos y calculadores que conocen la existencia de una fuerza espiritual y buscan beneficiarse con ella de cualquier forma y no conocen la palabra gratitud.
La quinta llega suave, tiene la risa. El gozo, a flor de labios pero si mirasen bien su semblante, verán escrito,..... "Creo en la Umbanda, en tus Caboclos y en tu Zambi. Pero si vencieren en mi caso, si me curasen de todo o de aquello".
La sexta yo la di a los banales, que van de templo en templo sin creer en nada, buscan mimos y acuerdos, aunque sus ojos revelan un interés diferente.
La séptima, hijo, ¿notaste que fue grande y se deslizo pesada? Fue la ultima lagrima, aquella que vive en los ojos de los Orixás. Esa la done a los médium que son vanidosos, que solo aparecen en el templo en día de fiesta y faltan a las doctrinas. Que olvidan de tantos hermanos que están precisando caridad y de tantas criaturas que precisan amparo material y espiritual.
Así, hijo mío, fue para todos ellos que derrame, una a una, mis lágrimas ante tu vista





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